Y el vaho que asciende de los valles, tienen que hacer como que no es humo, sino la nostalgia que se evapora por las grietas del sueño de los Valientes.
Usted, que tantos hombres ha sido?. No no, ES!. A los hechos me remito!. Me distraigo unos diíllas y aparece el Sr. Conejo en otra madriguera... que ésta ya es la cuarta a la que me lleva!!! Menos mal que, en su faceta de hombre Pulgarcito, (uno más) va dejando miguitas... Pero vamos a ver, alma de cántaro... Quiere usted hacer el favor de dejarse de "peticiones del oyente",(ignoraba lo de su casorio: sea para bien) y volver al Río?. Que me debe, ya hace, la nueva entrega de "La costilla de Adán", por diossss! Ahora que parece que mis plegarias, sobre su servidor, han sido oídas, se me pone a hacer grungerias?... Si esta usted muy mono como esta, y escribe cosas muy bonitas asi... Como ve, yo también soy fan de los "..." Ay que ver lo que que expresan unos buenos suspensivos... En fin. Ahora sólo queda que esto no se pierda, y se publique en el lugar correspondiente; que ya sabe usted de mi torpeza baturra para la informática.
Ay, Adriano... que mala rima tiene eso.
Feliz viaje a Grungeland, por el cuál, gustosa, lo acompañaré. Besos. Paloma
Este blog no responde a petición alguna: sólo a un sianecio capricho. Y, como he escrito en el río, un complemento al artículo del que procede: una "boutade" (que tendrá una cortísima continuidad).
Mi "señora esposa" es de todo menos esposa. Y no sabría decirle si es ella o yo quien merece los parabienes.
¿Qué costilla le debo? ¡Había olvidado mi faceta misógina! Adónde vamos a llegar...
No te bañarás dos veces en el mismo rio -original soy. Lo sé- Una vez en la "bautade", lamento informarle que ya nunca más habrá marcha atrás, por muy exquisitos que sean sus lectores y por mucho arte marcial que hagan con las palabras.
Ya lo dijo el Viento huracanado a Dorothy... "Realmente no hay lugar como el hogar".
y el sueño de estos valientes a veces necesitan un pitorrito como las ollas a presion.
ResponderEliminarfeliz camino, adriano.
Que, en lugar de psss pssss haga ¡chu chuuuuuuuuuuuuú!
ResponderEliminar¿El de baldosas amarillas? ;-)
Usted, que tantos hombres ha sido?. No no, ES!.
ResponderEliminarA los hechos me remito!.
Me distraigo unos diíllas y aparece el Sr. Conejo en otra madriguera... que ésta ya es la cuarta a la que me lleva!!!
Menos mal que, en su faceta de hombre Pulgarcito, (uno más) va dejando miguitas...
Pero vamos a ver, alma de cántaro... Quiere usted hacer el favor de dejarse de "peticiones del oyente",(ignoraba lo de su casorio: sea para bien) y volver al Río?.
Que me debe, ya hace, la nueva entrega de "La costilla de Adán", por diossss!
Ahora que parece que mis plegarias, sobre su servidor, han sido oídas, se me pone a hacer grungerias?...
Si esta usted muy mono como esta, y escribe cosas muy bonitas asi...
Como ve, yo también soy fan de los "..."
Ay que ver lo que que expresan unos buenos suspensivos...
En fin. Ahora sólo queda que esto no se pierda, y se publique en el lugar correspondiente; que ya sabe usted de mi torpeza baturra para la informática.
Ay, Adriano... que mala rima tiene eso.
Feliz viaje a Grungeland, por el cuál, gustosa, lo acompañaré.
Besos.
Paloma
Jajajajajajaja
ResponderEliminarNo no, le juro que soy Paloma, palabrita!
pero como me pide una cuenta google-grunge, Eva me ha parecido un nombre mas ah doc.
Paloma,
ResponderEliminarEste blog no responde a petición alguna: sólo a un sianecio capricho. Y, como he escrito en el río, un complemento al artículo del que procede: una "boutade" (que tendrá una cortísima continuidad).
Mi "señora esposa" es de todo menos esposa. Y no sabría decirle si es ella o yo quien merece los parabienes.
¿Qué costilla le debo? ¡Había olvidado mi faceta misógina! Adónde vamos a llegar...
Abrazos (ah doc y ad hoc).
No te bañarás dos veces en el mismo rio -original soy. Lo sé- Una vez en la "bautade", lamento informarle que ya nunca más habrá marcha atrás, por muy exquisitos que sean sus lectores y por mucho arte marcial que hagan con las palabras.
ResponderEliminarYa lo dijo el Viento huracanado a Dorothy... "Realmente no hay lugar como el hogar".